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El vallisoletano de baloncesto en silla de ruedas debutará con la selección española en el Mundial de Hamburgo como el jugador más joven junto a Óscar Onrubia
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“Voy a estar rodeado de los mejores jugadores del mundo y de cada uno hay que llevarse algo”
Pablo Lavandeira pertenece a una nueva generación de deportistas paralímpicos en España. Este jugador de baloncesto en silla de ruedas, de 18 años recién cumplidos, nació y creció rodeado de los éxitos del deporte español.
Formado entre los triunfos de los Gasol; los golpes ganadores de Rafa Nadal o la plata paralímpica lograda por la selección española en los Juegos de Río de Janeiro, el joven talento del Grupo Norte Valladolid desprende desparpajo, cual ‘millenial’ recién aterrizado en un grupo liderado, entre otros, por Alejandro Zarzuela o el veterano Asier García.
Lavandeira, del año 2000, al igual que su compañero Óscar Onrubia, debutará en la selección española de Óscar Trigo, técnico que dirigió al combinado nacional en Brasil y que participará con expectativas en el Mundial de Hamburgo, que se celebrará entre el 16 y el 26 de agosto.
El escolta pucelano, clase 1.0, sigue los pasos de otros internacionales vallisoletanos como Daniel Rodríguez, Pablo Martín, Jonatan Soria o José Luis Robles. “Es un jugador con muchísimo talento”, asegura Soria, quien ha visto crecer a su compañero en el BSR Valladolid. Precisamente este último es el modelo a seguir para Lavandeira. “Jonatan fue mi referente cuando empecé y lo seguirá siendo. Es muy buen jugador. Sabe en qué momento hacer las cosas y el tiro que tiene ayuda mucho al equipo”, analiza Pablo. “Además, es un currante y todo lo que ha hecho por mí es difícil de compensar”, añade.
De reto a largo plazo a realidad
Pablo Lavandeira hace un año no se esperaba la llamada de la selección española de baloncesto en silla de ruedas, ni mucho menos estar en un Mundial. “Aún recuerdo como viví la final paralímpica de Río. Vibre casi como si estuviera allí… Me había enfrentado a casi todos, y al final se acaban creando lazos de amistad fuera de la pista”, indica. “A día de hoy son mis compañeros, y poder entrenar y jugar con ellos me hace mucho mejor”, destaca.
El jugador morado del Grupo Norte admite que todo “ha pasado todo muy rápido”. “Cuando me llamó la absoluta era un reto a largo plazo, pero se ha hecho realidad y ahora toca ponerse nuevas metas”, agrega.
En este sentido, Lavandeira asegura que su objetivo en el Mundial es “seguir aprendiendo”. “Voy a estar rodeado de los mejores jugadores del mundo y de cada país, y de cada uno de ellos hay que llevarse algo”, señala.
“A mí me gustaría conseguir un metal, si no lo digo estaría mintiendo, pero el equipo no hizo un muy buen papel en el Europeo de Tenerife, así que tenemos ganas de quitarnos esa espinita y, si es posible, traernos una medalla”.
En relación a su trabajo y puesto en el equipo nacional, Pablo defiende que cada jugador tiene su rol. “Yo como punto ‘1’, tengo que bloquear y ayudar a mis compañeros. Además, las oportunidades que tenga de tirar y anotar, habrá que acertarlas”, comenta. “No me piden nada nuevo. Al fin y al cabo, el rol de ‘1’ es hacer el trabajo sucio, y siempre es así”, concluye el nuevo internacional vallisoletano.