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El conjunto vallisoletano gana la Liga Special Olympics-Plena Inclusión de baloncesto casi una década después
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Los pucelanos, junto al San Cebrián palentino y el Asprosub Zamora, protagonizan una de las temporadas más apasionantes de los últimos años
Asprona era sinónimo de club de esos con pedigrí. De los de cuadrarse cuando entraban por la puerta de un polideportivo -pongamos que hablo de Valladolid-.
El club pucelano, uno de esos que inició el movimiento paralímpico cuando esa palabra ni siquiera existía (para ¿qué?) comenzó su andadura deportiva hace ya décadas, cuando el deporte no era tan deporte, ni el ocio era tan ocio para los deportistas con discapacidad.
Bastaba un balón, una canasta o una portería -en el mejor de los casos-, y un intento por evitar que el balón no cayera en la parcela del vecino, por lo de no hacer ruido y pasar desapercibidos.
En la actualidad, casi todo se permitiría, en ese maremagnum que arrastran los ‘Campeones’, quizá más con tintes sociales e inclusivos -tan necesarios-, pero menos deportivos.
Sin embargo, Asprona Valladolid ha recuperado ese aliento deportivo y hasta competitivo en muchas de las categorías en las que participa de la Liga Special Olympics-Plena Inclusión. Este Campeonato de la Federación de Deporte Adaptado de Castilla y León (Fedeacyl) está considerada como el mejor termómetro del deporte para las personas con discapacidad intelectual.
Reglada por niveles, la competición es un escaparate perfecto para casi 400 deportistas de la la Comunidad y un modelo deportivo para el resto de España. Liga de baloncesto y fútbol sala, el Asprona Valladolid ha recuperado parte de esos laureles que desaparecieron en los últimos años, quizá en un momento de renovación deportiva y con una amplia amalgama de deportes, con dificultad para las modalidades por equipos.
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Una liga casi redonda
En esta ocasión, el conjunto dirigido por Pablo Díaz ha completado una Liga casi redonda. Solo ha perdido un encuentro, precisamente el inicial ante el Asprosub Zamora (13-16), en un partido en el que los nervios iniciales y la falta de acierto marcó el debut de vallisoletanos y zamoranos.
Desde entonces, una trayectoria impoluta que ha llevado al conjunto amarillo a alzarse con el título de la Primera División de Baloncesto Masculino casi diez años después. Liderados por Vicente García, pívot que ya ha sido campeón de España con Castilla y León en dos ocasiones, al igual que Benja Gutiérrez, los vallisoletanos han sucedido al San Juan de Dios, también vallisoletano, que dejó la competición tras más de un lustro como campeón.
“Hemos incorporado dos chicos nuevos que subían el nivel del equipo, ha regresado Vicente tras la desaparición de San Juan… Este era el año. Era ahora o nunca”, explica Díaz, quien admite que las pretensiones eran altas, pese al mal inicio. “Fuimos partido a partido, hasta llegar al último choque ante el San Cebrián y pudimos darnos una alegría muy especial para los chicos”, añade el técnico.
El Asprona Valladolid, que también cuenta con un combinado mixto en el deporte de la canasta, ha conseguido aunar “un buen grupo de veteranos y jóvenes”, en un retorno que era “muy esperado” por los jugadores más experimentados. “Casi diez años, muchos aún lo recordaban”, concluyen desde la entidad vallisoletana.
https://www.deporteadaptadocyl.org/2018/12/liga-plena-inclusion/