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La nadadora burgalesa se convierte en una habitual de las concentraciones nacionales, mientras espera una ‘calificación internacional’ para poder aspirar a competir con la selección española a nivel mundial
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“El año pasado conseguí la mínima para el Mundial de Londres, y me quedé fuera por no tener calificación. Sueño con Tokio, pero aún queda mucho”
Marta Fernández (Burgos, 1994) es una de esas deportistas a las que sus compañeros buscan con la mirada. Su sonrisa y “sus continuas ganas de mejorar” contagian al resto de deportistas del Centro de Tecnificación de Natación de Castilla y León.
Burgalesa de corazón y práctica -cuyo tesón rivalizaría con el mismísimo Campeador-, convierte su concentración en ‘Tizona’ cuando se zambulle en la piscina de Río Esgueva en Valladolid, donde ha compaginado si carrera deportiva con sus estudios de Administración y Dirección de Empresas. En la actualidad, centrada en mejorar su progresión en la piscina, concentra sus esfuerzos en preparar las oposiciones a administrativa del Estado o la Junta de Castilla y León.
Marta acaba de participar en una concentración del Grupo de Tecnificación Nacional de Natación de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat, en el que participaron muchos de los mejores especialistas de este deporte de esta federación a nivel nacional.
– Recién llegada, ¿qué experiencia obtiene de sus participaciones en los grupos de alto rendimiento de la federación nacional?
– Las concentraciones de tecnificación de la FEDPC son sin duda una experiencia única. Son unos días en los que te rodeas de otros deportistas con objetivos parecidos y en los que entrenas y aprendes de otra forma. San Cugat me ha servido para corregir cosas técnicas y además conocer a gente estupenda y crear un sentimiento de equipo, del que me ilusiona mucho ser parte. La natación es un deporte individual, pero nosotros conseguimos un sentimiento de equipo.
– ¿Qué momento vive la natación adaptada? En los últimos Juegos Paralímpicos fue el motor del equipo español…
– En los últimos años la natación adaptada se ha profesionalizado mucho y ha aumentado el nivel, pero no solo lo ha hecho en España, también en la mayoría de los países. Solo hay que ver los buenos resultados del Mundial de Londres.
– A propósito del Mundial de Londres del pasado verano, ¿qué posibilidades reales hubo de que hubiese estado con la selección?
– Tenía opciones, porque conseguí la mínima del 200 espalda para participar en el mundial de Londres, pero no pude asistir por no estar clasificada internacionalmente.
– ¿Ve opciones para debutar a nivel internacional?
– Si veo opciones internacionales, aunque todavía tengo que pasar la clasificación Internacional que es un paso determinante. Este año es un año que se presenta muy interesante, y a ver si pueden verme en alguna de las pruebas internacionales de Europa.
– Un año interesante… Una temporada que termina con los Juegos de Tokio. ¿Ve posibilidades?
– Los juegos de Tokio son el sueño de todo deportista y también el mío. Sería un honor y un orgullo poder participar representando a España.
Yo lucharé por conseguir las marcas mínimas para poder participa,r pero el primer paso es pasar la clasificación Internacional. A ver si pudiese ser en las competiciones de Lignano o Sheffield.
– Hemos hablado del centro de tecnificación nacional, pero, ¿qué me dice del CTD Río Esgueva donde es una de las veteranas?
– El centro de Castilla y León es donde he crecido como nadadora y también como persona. Cuando entre hace siete años no sabía ni voltear. Hoy, gracias a nuestro entrenador, Raúl Carrasco, y a todos los profesionales que integran el centro, he ido poco a poco consiguiendo muchos logros. Si cuando llegué me dicen que iba conseguir una mínima mundial no les hubiese creído (risas). Además, el ambiente de centro con los compañeros es muy bueno. Estoy muy a gusto con todos ellos.
– ¿Qué significa la natación para Marta Fernández?
– Es mi forma de vida. La natación me apasiona. Además, me ayuda a mantenerme físicamente y favorece que la degeneración de los músculos sea más lenta. Ahora mismo no me imagino un día sin entrenar.