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La nadadora vallisoletana logra el primer puesto en su categoría en la XIII Travesía a Nado del Río Carrión en Palencia
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“Es una disciplina que a mí me encanta, y animo a muchos de mis compañeros a probarla”
A María Ángeles Lebrato las aguas abiertas le chiflan. La nadadora de la Federación de Deporte Adaptado de Castilla y León es una incondicional de las travesías a nado, que permite disfrutar de su deporte de una manera “más salvaje”, aunque esto conlleve “algún golpe”, admite la deportista vallisoletana, paralímpica en los Juegos de Sidney.
Lebrato participó un año más en la XIII Travesía a Nado del Río Carrión, en Palencia, en una prueba en la que es habitual contar con nadadores con discapacidad, con la palentina Ester Rodríguez como maestra de ceremonias durante muchos años.
Como no podía ser de otra forma, la edición 2020 fue extraña, acorde a la nueva normalidad que preside todos los aspectos de la vida con la pandemia de la covid-19. “Solo nos pudimos quitar la mascarilla cuando nos íbamos a lanzar al agua. La metíamos en una bolsita, y nos la devolvían cuando salíamos del río”, explica Lebrato, quien reconoce que se hizo “raro”.
Lo más extraño para la nadadora vallisoletana, que participó en el evento del Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Palencia y el Club Deportivo Oca SOS, estuvo en las salidas, donde el inicio se realizó de manera casi individualizada, sin coincidir con todos los nadadores, lo que complicó la travesía para Geles, nadadora con deficiencia visual.
“Cuantos más nadadores hay, más fácil es guiarte y no perderte… Al haber menos y ser la salida y la prueba así, pues me tocó sacar más cabeza del agua para ver dónde estaban los puentes o las boyas“, admite la deportista paralímpica.
La nadadora del CD Fusion completó la distancia de 1.100 metros en un tiempo de 20:45, “satisfecha con el resultado” y después de incluso plantear retirarse, ya que tuvo que pararse varias veces al recibir varios golpes del nadador de su misma clase, que también tuvo problemas para orientarse en el agua.
Ahora, Geles, como el resto de nadadores de Castilla y León, espera la oportunidad para volver a competir, con la mira “quizá”, en el Open de Natación Adaptada de Oviedo. “Es en octubre y, de momento, sigue en el calendario”, indica la vallisoletana, quien anima a todos los deportistas a probar la experiencia de las travesías y probarse en espacios abiertos.