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El conjunto vallisoletano y el burgalés cierran una temporada atípica por la pandemia, pero con los deberes hechos y la ilusión de seguir en la élite en la campaña 2021-2022
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Con nombres propios como el del iraní Omid Hadiazhar o el polaco Filipski Mateusz, los dos clubes castellanos clausura la Liga, como sexto y octavo
La temporada más atípica que se recuerda en el deporte español, también se ha dejado notar en la División de Honor de Baloncesto en Silla de Ruedas. Considerada como una de las mejores competiciones del mundo de esta modalidad, Castilla y León está representada por dos de los clubes más históricos de este deporte en España: el BSR Valladolid y el Montur El Cid Burgos, o lo que es lo mismo el Fundación Aliados Valladolid y el Servigest Burgos.
Los dos equipos castellanos seguirán una temporada más en la máxima competición tras lograr la permanencia deportiva y tener “viabilidad económica”, quizá el mayor desafío en la actualidad, sobre todo tras la actual crisis que viven los clubes de élite en la comunidad debido a la pandemia de la covid y sus efectos.
“Económicamente hemos cubierto bien la temporada, pero hemos tenido gastos extraordinarios por los test de Covid y las medidas de prevención y seguridad. Además, arrastramos la reducción que hubo de la subvención del año pasado por parte de la Junta”, afirma el técnico del Fundación Aliados, José Antonio de Castro.
Pese a esta situación, ambos clubes prefieren mirar al futuro “con optimismo”. “Vivimos las mismas circunstancias que el resto de clubes y se nota más en deportes minoritarios, como el nuestro. Hemos visto recortadas muchas formas de ingresos, como los patrocinios o subvenciones, pero somos optimistas”, señala el entrenador del Servigest, Rodrigo Escudero.
La tranquilidad (de la no normalidad): Fundación Aliados y Servigest
Los problemas financieros derivados de la covid no fueron los únicos que afectaron al Servigest esta temporada. La propia enfermedad se cebó con la entidad burgalesa y un brote en el seno del equipo se tradujo en cinco partidos en ocho días para los del Cid. Aún así, la campaña “es un éxito”, según Escudero, que defiende que la plantilla ha tenido “un equilibrio” que le ha permitido lograr la permanencia de forma holgada. De hecho, el Servigest ha clausurado su regreso a la División de Honor con un meritorio balance de diez victorias y doce derrotas.
En este sentido, destaca que, pese a ser un recién ascendido, el equipo de El Talamillo ha logrado derrotar al campeón, el Bidaideak Bilbao -que solo ha perdido dos partidos en todo el año-; y al Ilunion madrileño, el ‘coco’ de la Liga, después de dominar esta durante casi una década, pese a no haber completado su mejor campaña. “Han sido dos victorias de prestigio y nos han dado confianza en nuestro trabajo”, afirma el preprador del Servigest, quien, pese al buen año, pone los pies en el suelo. “El año que viene solo se puede pensar de momento en la permanencia, ya habrá tiempo de ver si la composición de la plantilla da para llegar a colarse en el ‘play off’ o en la Copa del Rey”, analiza.
En el éxito burgalés mucho tiene que ver la llegada de Filipski Mateusz. El pívot polaco se ha convertido en el santo y seña de los azules. “Vamos a ver si puede seguir, pero sabemos que va a tener ofertas”, admite Escudero, quien aún así, no descarta que pueda continuar en Burgos.
La reconversión del Fundación Aliados
Si Mateusz ha sido el estandarte del Servigest, en el Fundación Aliados, el jugador llamado a desempeñar ese papel era el iraní Omid Hadiazhar. Mientras estuvo en Valladolid, el jugador fue el MVP de la División de Honor, y con un rendimiento similar hubiese aupado a los morados más arriba en la Liga.
Sin embargo, el jugador asiático no pudo regresar a España tras marcharse a su país. “Probablemente con Omid podríamos haber luchado con los equipos más fuertes de la Liga. Así fue hasta diciembre, pero no se le renovó el permiso de residencia y trabajo porque tenía un tema pendiente con la Justicia de su estancia cinco años antes en Badajoz”, admite De Castro.
“La temporada que viene tampoco podrá venir a España y esperamos poder recuperarlo más adelante. Es un jugador que marca diferencias. Hasta que se marchó lideraba las clasificaciones de anotadores y reboteadores. Era nuestro jugador franquicia”, señala el técnico vallisoletano.
Quién sabe si con el iraní, el Fundación Aliados hubiese podido repetir la gesta de hace una década cuando ganó la Liga, con los knowles, Highcok y compañía en sus filas.
“Nuestra Liga es cada vez más profesional y exigente”, agrega De Castro. “En nuestro caso, llevamos más de diez años recortando nuestro presupuesto. Se ha notado en el nivel competitivo del equipo, aunque nuestro objetivo sigue siendo poder optar a luchar por entrar dentro del top 4”, expresa.
Desde el banquillo morado se incide en que el nivel de la División es altísimo también. “Ha aumentado muchísimo. Hace diez años había un club que dominaba completamente el campeonato, Ilunion (el antiguo Fundosa Once). Sin embargo, en las últimas temporadas han irrumpido varios clubes y hay un nivel muy bueno”, agrega. “Amiab Albacete y Bidaideak Bilbao han ganado una liga y, por ejemplo, esta temporada Ilunion fue quinto”.
En este sentido, cabe destacar que la fase final de la Champions contó con cuatro equipos españoles de los ocho participantes, aunque el campeón fue Thuringia alemán.
Selección española y Juegos de Tokio
La participación de la selección española de baloncesto en silla en los Juegos de Tokio será una de las más destacadas en los Juegos Paralímpicos de Tokio de este verano. “España será competitiva, sin duda. Puede optar a las semifinales”, analiza José Antonio de Castro.
“Creo que es un equipo que no va a renunciar a nada”, agrega Escudero. “Si se dan las circunstancias va a estar ahí. Ojalá podamos celebrar una medalla, porque sería también un premio para nuestra Liga y para nuestros jugadores”, subraya el técnico del Servigest.
En relación a la participación de castellanos y leoneses en las selecciones masculina o femenina en los Juegos, Cruz Ruiz representará los intereses del club burgalés en el combinado nacional: mientras que del Fundación Aliados tiene opciones de acudir a Japón su exjugador Pablo Lavandeira. El vallisoletano puede estar en la lista final del equipo español. “Viene de ser campeón de Europa sub22, y ojalá pueda estar”, concluye De Castro.