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Marta Arce, Luis Huerta y Marta Fernández repasan sus trayectorias y el camino hacia París en los Desayunos de la APDV
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«Se debe mejorar en otros aspectos como el ser deportista de alto nivel. Para serlo hay que ganar una medalla en un campeonato internacional y a un olímpico le vale con participar»
Vivimos en año olímpico, la cita por excelencia sobre la que gira la vida de un deportista y que en el caso de 2024 llevará el foco mediático a París. También para el deporte paralímpico, cuya preparación y procesos sigue un mismo camino de esfuerzo y sacrificio. En esa senda se encuentran tres de los deportistas más laureados de Castilla y León, pendientes todavía de certificar su billete para seguir los pasos de la leonesa Sara Aller.
«Matemáticamente no es estricto, hay que esperar un poco todavía», apunta Marta Arce, que reconoce haberse retirado ya cinco veces y que volverá -con casi toda probabilidad- la más veterana de la expedición paralímpica (46 años). La judoca vallisoletana, medallista en Atenas 2004 (plata), Pekín 2008 (plata) y Londres 2012 (bronce), ha participado en la mañana de este miércoles en una nueva edición de los Desayunos de la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid (APDV). Una cita que ha analizado el escenario paralímpico con la participación de otros dos deportistas de elite como Marta Fernández (Burgos, 1994) y Luis Huerta (Valladolid, 2001).
Marta Arce y Marta Fernández tienen las mínimas para estar en los Juegos, mientras que Huerta cuenta con la mínima B. «En chicos hay 19 plazas y no se han llenado, pero si se llenan con mínimas A me quedaría fuera, hasta junio o julio no está cerrado. Tengo pruebas y lo voy a intentar». Tanto él como Marta Fernández competirán en el Europeo en Madeira del 21 al 27 de abril y allí podrán ratificar esas marcas y cerrar el billete a los Juegos que tendrán lugar del 28 de agosto al 8 de septiembre en París.
Deportistas con grandes capacidades, con tres historias detrás, que aspiran a vivir una vez más el sueño olímpico. «En mi caso fue judo por casualidades de la vida», recuerda Arce, que llegó al tatami después de comprobar que el deporte discapacitado no era solo jugar a baloncesto en silla de ruedas. «Cuando llegué a la escuela de fisioterapia de la ONCE había chicos haciendo judo, y la verdad es que siempre había pensado que el deporte adaptado era gente jugando a baloncesto en silla de ruedas. Y esa sensación de inseguridad que tenemos todos me la cambió radical el judo», explica. «Ahora soy una vieja leyenda ya. Quien me iba a decir que con la edad que tengo iba a estar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) entrenando», admite, irónica como es Marta Arce, también para acatar la última decisión que le han comunicado. «Me han negado una beca porque me han dicho que soy mayor y que no tengo posibilidad de sacar medalla».
La relación de Marta Fernández con el agua también empezó de forma casual. «Me apuntaron mis padres a natación, y es curioso pero a mi no me gustaba. En un campamento perdí el miedo y ahora es mi día a día», asegura la burgalesa, que ahora siente alivio cuando se sumerge en la piscina. «Noto menos el avance de mi enfermedad dentro del agua que fuera. Así que es mi momento de tranquilidad», reconoce, admitiendo también que su primera experiencia olímpica, la vivida en Pekín, le cambió la vida. «En primer lugar mi cuerpo pagó ese esfuerzo, necesité tres o cuatro meses para recuperarme., No paré el tiempo suficiente, además vine lesionada en la cadera, y me di cuenta de que hay que gestionar otras cosas, también el descanso. Y luego volví de Tokio siendo campeona paralímpica y eso también hay que saber gestionarlo», comenta Marta, triple medallista en esa última edición (oro en 50 braza, plata en 50 mariposa y bronce en 50 libres).
El tercero de los protagonistas de los Desayunos organizados por la APDV, Luis Huerta, el más joven pero doble diploma en los últimos Juegos (100 y 200 metros libres), también encuentra paz cuando se lanza a la piscina. «A mi me aporta relax, ahí dentro tienes la cabeza más fría y problemas que tienes antes de tirarte a la piscina son más asumibles cuando salgo», comenta.
Los tres recibieron con sorpresa el anuncio por parte del gobierno de equiparar la dotación económica de olímpicos y paralímpicos. En el caso de Marta Arce, también incredulidad además de sorpresa: «Lo primero que pensé es que bajarían la cuantía de los olímpicos», espeta entre risas. «Mejor tarde que nunca», apunta Luis Huerta, que añade un matiz. «Se debe mejorar en otros aspectos como el ser deportista de alto nivel. Yo para serlo tengo que ganar una medalla en un campeonato internacional y uno olímpico le vale con participar».
Tanto la judoca como los dos nadadores abanderarán casi con toda probabilidad la delegación castellano y leonesa en París’2024, una cita en la que, para enfado de Marta Arce, unos deportes recibirán más el foco mediático que los otros. «Es así, siempre piensas que el atletismo, la natación y algo de ciclismo recibe más atención, seguramente porque por ahí vienen las medallas», asegura.