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El club vallisoletano rinde tributo a su atleta fallecido el pasado miércoles tras una larga enfermedad
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El deportista palentino pertenecía a Fedeacyl desde hace dos temporadas y estaba especializado en pruebas de velocidad

Sabía que se iba a morir, y estaba preocupado porque no se había despedido de sus compañeros. «Me mandó un audio… Con la que tenía encima, y estaba pensando en eso», acierta a decir emocionado Abdil Ben Henia, fundador y entrenador del Atletismo Campo Grande.
«Ha sido un orgullo formar parte de un equipo de atletismo», añadía en la misma nota de voz David García de la Loma, que lamentaba no poder despedirse de sus compañeros en persona. Lo hacía a través de su técnico, el que le hizo recuperar la sonrisa gracias precisamente a las zapatillas y al tartán.
El deportista palentino, de 31 años, fallecía el pasado miércoles y dejaba una herida «muy profunda» en el club vallisoletano que le había abierto las puertas para recuperar su pasión por el deporte, que añadía a su carrera arbitral. «Os quiero mucho». Y ahí Abdil ya no pudo contestar, sabedor de la situación de David, al que había enseñado a salir de tacos en las pruebas de velocidad, en las que se había especializado, y en las que como buen palentino seguía de cerca la trayectoria de Óscar Husillos.
Entrenaba en las pistas del CTD Río Esgueva, y lo hacía junto a los «peques», como les llamaba y «los mayores», a los que en ese mensaje de despedida reclamana «caña» a Abdil para sacarles lo mejor de ellos. «Es un proyecto ‘top’ y no puedes desistir», señalaba David, que ayer fue despedido por sus familiares y amigos en Palencia. El Atletismo Campo Grande también lo hizo a través de las redes sociales, así como la Federación de Deporte Adaptado de Castilla y León (Fedeacyl) de la que también había formado parte y de la que tenía ficha en vigor esta misma temporada.
Sin embargo, su enfermedad le privó ya de regresar al Centro de Tecnificación vallisoletano el pasado otoño, después de disfrutar del atletismo de manera semiprofesional en un club que une a corredores con y sin discapacidad, y en el que David «era un modelo». «Su lucha y espíritu de superación, tras enfrentar a serios problemas de salud, han sido un ejemplo de fortaleza para todos», destacan desde el Campo Grande, entidad que tiene en sus filas a atletas con deficiencia visual, discapacidad intelectual o discapacidad física.
Precisamente, así llegó David, después de perder el brazo derecho en 2021. Al joven árbitro palentino le diagnosticaron un sarcoma sinovial en su brazo. Se notó un bulto –ya le había ocurrido en otras ocasiones–, pero en este caso era maligno. Él recordaba en una conversación con la Federación Española de Fútbol cómo fue aquel proceso. «Los médicos fueron claros: ‘Conservar la zona es conservar el riesgo’; por eso decidimos que lo mejor era amputar», comentaba con naturalidad en Río Esgueva. Y así se hizo.
Fueron momentos «duros, muy duros», pero el atletismo y el grupo de Abdil le dieron un nuevo motivo para creer, al igual que el arbitraje, al que regresaría un año más tarde, en 2022.
Ahora el Atletismo Campo Grande y el resto de clubes tienen un modelo más en el que fijarse.